Si el ejército colombiano llega a encontrar mi computadora ...

Rosa María Torres


Publicado en ALAI - América Latina en Movimiento, 7 marzo 2008.

El 1 de marzo de 2008 el ejército colombiano incursionó en territorio ecuatoriano (Provincia de Sucumbíos) y bombardeó un campamento clandestino de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Angostura (Operación Fénix). En el campamento se encontraron varias laptops del entonces segundo al mando de las FARC, Raúl Reyes, muerto en el operativo. Pese al intenso bombardeo, las laptops - dijeron - resultaron ilesas. El ejército colombiano las llevó a Colombia para analizar su contenido; nada claro salió de dicho análisis, que tomó meses y contratación de expertos internacionales.

La Operación Fénix, que implicó violación del territorio ecuatoriano, provocó la ruptura diplomática y un largo distanciamiento entre los gobiernos del Ecuador (Rafael Correa) y Colombia (Alvaro Uribe). La Operación fue comandada por Juan Manuel Santos, entonces Ministro de Defensa de Uribe y hoy presidente de Colombia. A cinco años del bombardeo de Angostura, las relaciones entre ambos países se han normalizado. Hay un evidente intento de ambos gobiernos de bajar el perfil de estos hechos e incluso evitar su mención. Los medios oficiales del Ecuador y los medios colombianos en general pasaron por alto el 5o. aniversario de Angostura. Un caso interesante para analizar cómo se construye "la historia oficial").


Si el ejército colombiano llega a encontrar mi computadora ... por alguna razón que ahora escapa a mi imaginación pero que, a raíz de todo lo que hemos visto últimamente, ya no me parece imposible ni ciencia ficción, pues hoy la violación de la privacidad, la violencia y la impunidad no tienen límites...

Encontraría entre otros:

... mi currículum vitae, en el que verán que soy ecuatoriana, pero que he estudiado o trabajado y vivido de manera prolongada además en México, Nicaragua, Estados Unidos y Argentina, uno de ellos abiertamente revolucionario cuando el Sandinismo ganó la guerra contra Somoza y tomó el gobierno, otro hoy su aliado incondicional (me pregunto si esto podría servirme de algo); que hablo cinco idiomas, he sido ministra de educación en mi país, he viajado y trabajado por todo el mundo, haciendo investigación, formando gente y asesorando en temas y políticas educativas a gobiernos del Sur, a organizaciones y movimientos sociales y a organismos internacionales (por principio, eso sí, jamás al gobierno estadounidense, a la USAID o a ningún ejército del planeta)...

... innumerables escritos bajo la forma de libros, artículos, ensayos, ponencias, poemas y cartas de amor, letras de canciones a medio terminar, informes de investigación, artículos periodísticos, presentaciones en Powerpoint, sobre temas peligrosísimos como la educación, la alfabetización, la comunicación, las nuevas tecnologías, la democracia, la participación social, los derechos humanos, la solidaridad, el amor, la amistad ...

.... una enorme cantidad de fotos y unos pocos videos caseros, familiares, de trabajo y de paseo, en todo el mundo, con personajes de todos los colores y atuendos, algunos con túnicas y turbantes, muchos con alpargatas y ponchos, otros - sobre todo niños - en uniformes escolares, entre quienes encontrarían sin duda algún sospechoso de terrorismo, incluido mi propio hijo menor que - en su belleza y libertad de espíritu - se dejó crecer la barba y el pelo, y anda por el mundo con su cámara y una mochila a la espalda...

... mi discoteca favorita, pues me gusta trabajar con música, y entre ellos subversivos como los Beatles, Pink Floyd, Goyeneche, Piazzola, Serrat, Sabina, Drexler, la Rinaldi, la Negra Mercedes Sosa, Violeta Parra, Luis Miguel, Bjork, Charly García, Soda Estéreo, Cerati, Fito Páez, Lennon, Jesus Christ Superstar, Calle 13, Gal Costa, Cayetano Veloso, Il Divo, Bocelli, los Inti Illiimani y los Quilapayún, boleros, pasillos, música protesta y la música popular de los 60s y 70s, y mi propio hijo mayor, músico de vocación y de oficio que inspira sus canciones en el amor y en la vida tal cual se le presenta ...

... miles de mensajes electrónicos, organizados y archivados en sus respectivas carpetas, que circulan todos los días en las varias comunidades y redes virtuales que modero de manera gratuita y con gusto, y en las que intercambian sujetos de muy diversas personalidades, ideologías, trayectorias, filiaciones políticas y (posiblemente) orientaciones sexuales, con quienes interactúo a diario, muchas veces sin saber quiénes son y sin llegar a conocerlos personalmente, por el puro placer que da contribuir a la información, la comunicación y el debate democrático, sin tapujos y sin miedo, en este mundo de hoy, dominado por el pensamiento único y el pragmatismo, en el que todo se cobra y en el que se persigue al que opina, sobre todo si opina diferente...

... la sigla FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) repetida muchas veces, especialmente en los últimos días y semanas, a propósito de los intercambios y debates en torno al conflicto interno de Colombia y a su internacionalización, gracias, entre otros, a los buenos oficios de este mismo ejército que podría leer un día, o ahora mismo, mis intimidades, buscando evidencias, datos, contactos, aunque no fuese más que para satisfacer su obsesión persecutoria...

Por donde la miren, no me cabe duda que encontrarán en esta computadora pruebas que me asocien irremediablemente a las FARC, a pesar de que nunca me he topado con ninguno de ellos ni con ningún terrorista de carne y hueso, y que mi contacto con estos últimos se limita a los que nos acostumbran cotidianamente la televisión y los noticieros mundiales, tipos que ordenan bombardear Afganistán o Iraq por quítame estas pajas, en nombre - curiosa y precisamente - del combate al terrorismo.

Cuando el ejército colombiano, escudriñando en esta laptop, encuentre este mensaje, lo más seguro es que lo borre o, peor aún, lo adultere, con ayuda de expertos y aliados. Porque, como está, no interesa. Para eso están justamente los expertos, para que nadie se dé cuenta de que lo borraron o de que le cambiaron unas cuantas palabras.

En todo caso, y por las dudas, mientras escribo esto voy tomando la decisión de implementar con urgencia dos medidas: (a) hacer un respaldo de todo en un potente disco duro que dejaré en un lugar secreto, tanto que ni yo misma me acuerde dónde lo guardé, cuando lo busque; y (b) comprarme uno de esos estuches de laptops que - según declaraciones del Ministro de Defensa de Colombia - parece compró Reyes, el segundo de las FARC recién asesinado por el ejército colombiano en territorio ecuatoriano. Evidentemente, estábamos todos equivocados: no es la marca de la computadora lo que interesa, sino el estuche con acolchonamiento especial que soportó el bombardeo, las ondas expansivas, la masacre y los ajetreos en medio de la noche y de la selva. Quienes sepan dónde se consiguen, por favor pásenme el dato.

Rosa María Torres del Castillo
Ciudadana ecuatoriana poseedora de una MacBook

Quito, 7 de marzo de 2008


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"Niños, no se olviden de usar el hilo dental"

Rosa María Torres




La joven dentista está hoy de visita en la escuela y se encuentra en plena lección explicando a los alumnos la importancia de la higiene bucal. Con ayuda de una serie de carteles con fotografías y dibujos empieza por mostrar a los niños las consecuencias de la falta de higiene: caries, tártaro, piezas dentales dañadas o rotas, encías inflamadas. Los niños reaccionan según lo esperado: estupor, asco, incluso horror. Acto seguido, aparece el gráfico de un diente feliz, blanco, limpio, sonriente.

- "¿Por qué será que este diente está feliz?", pregunta la dentista. La pregunta se queda sin respuesta.
- "¿Será que le gusta el chocolate?".
- "Noooo".
- "¿Le gustan los caramelos?"
- "Noooo".
- "¿Le gusta el cepillo de dientes?”
- "Síiii".

Ahora los alumnos son introducidos en las ventajas de cepillarse con regularidad. Con ayuda de otros gráficos, la dentista muestra los movimientos correctos para un buen cepillado. Los niños prestan atención, están interesados. Parecería que ha logrado convencerles de que cepillarse los dientes es importante, además de fácil.

- "Pero el cepillo no es suficiente", aclara. "Para una buena limpieza hay que usar el hilo dental. ¿Quién ha oído hablar del hilo dental?".

Unos cuantos alumnos alzan la mano. Enseguida, la dentista muestra gráficos que ilustran el uso del hilo dental. Antes de dar por concluida la clase y salir del aula, insiste:

- "No se olviden, niños, de usar el hilo dental".

Exposición clara, didáctica, amena. La joven dentista tiene madera de pedagoga. El único pequeño problema es que no sabe ubicar su audiencia. La escuela en cuestión está ubicada en un barrio marginal sumamente pobre de Belo Horizonte, Brasil, y los niños a los que ha recomendado el cepillado después de cada comida y el uso diario del hilo dental son niños que a duras penas comen una vez al día y viven en casas en las que no hay agua corriente ni lavabos, ni siquiera letrinas. Basta una mirada al barrio, en el trayecto de ida y vuelta, para saberlo.

Pensará usted que se trata de un caso aislado, de una dentista joven e inexperta, de una demostración inusual de torpeza e insensibilidad social. Pero no es así. Se trata de la misma generalizada torpeza e insensibilidad que despliegan técnicos y expertos en planes, currículos y textos escolares primorosamente ilustrados que recomiendan alimentación y nutrición adecuadas (dieta balanceada, alimentos ricos en tal o cual vitamina, verduras, frutas frescas, yogurt, pescado) a alumnos que apenas si logran llenarse el estómago con lo que hay a mano; descanso y sueño suficientes a niños que trabajan, viven en condiciones de hacinamiento y duermen en el suelo o en colchones insalubres; o baño diario a alumnos que tienen que acarrear agua o sacarla de un pozo y no tienen siquiera las condiciones mínimas indispensables para lavarse las manos con regularidad. 



* Incluido en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Editorial Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000; Itinerários pela Educação Latino-Americana – Caderno de Viagens, Artmed Editora, Porto Alegre, 2001, 344 páginas. Prólogo de Fabricio Caivano.

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Sobre educadoras y educadores


Junto aquí textos sobre el tema que he publicado en este blog. Son textos variados: artículos periodísticos, reportajes, crónicas, estudios, ponencias académicas, conferencias, entrevistas. Se refieren a "educadores" en sentido amplio - no solo vinculados a sistema escolar - y a varios países del mundo. Algunos son análisis a nivel regional o internacional, encargados por UNESCO, UNICEF u otros organismos internacionales.

Cada quien podrá encontrar aquí un texto adecuado a sus intereses y a su manejo de la temática: estudiantes, padres de familia, periodistas, organizaciones sociales, educadores, especialistas en educación. (Los textos están ordenados alfabéticamente, por la primera letra del título. Marco con asterisco los escritos en inglés o portugués).

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Reformas y educadores: el cambio educativo atrapado entre dos lógicas
* Reformadores e docentes – a mudança educacional presa entre duas lógicas

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Sobre educadores, buenos educadores y profesionalización

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Talleres de lectura para maestros

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Una clase de alfabetización en español, traducida al aymara

Una clase de alfabetización entre rejas

Un día de Comunidad-Escuela: Una experiencia en Granada

Una educación del cuello para arriba

Y colorín, colorado, este cuento nos ha atormentado

"Yo quisiera morir dejando un mensaje de lucha": entrevista con Paulo Freire

Educación y Salud: juntas pero separadas



Educación y Salud deben ir obviamente juntas. La Educación requiere buena Salud física y mental: comer bien, dormir bien, mantenerse activo, descansar, son esenciales para la buena enseñanza y para el buen aprendizaje. A su vez, la Salud se beneficia de la Educación: leer y escribir comprensivamente, saber buscar información, comprender instrucciones, anticipar y resolver problemas, son esenciales para cuidar la propia salud y la de los demás.

Pero Educación y Salud también deben ir obviamente separadas. Cada una tiene especificidad. No son meramente «servicios»: configuran campos de conocimiento especializado, en constante investigación y evolución.

» Si la Educación fuera como la Salud, los alumnos serían considerados y tratados como pacientes - personas con déficits, con algún desperfecto o falla a reparar - antes que como personas en proceso de aprendizaje. Si bien es cierto que la educación tiende a patologizar lo que considera problemas - el alumno «lento», el hiperactivo, el que se distrae, etc. - el avance del campo ha venido mostrando cada vez más las limitaciones e ignorancias del propio campo respecto de cómo funciona el aprendizaje y cómo aprenden niños, jóvenes y adultos. Aprender es complicado y toma tiempo. Todos podemos aprender; cada uno lo hace de manera diferente y a su propio ritmo; toda edad es buena para aprender.

» Si la Educación fuera como la Salud, los profesores serían formados para sanar, para transmitir información, para dar instrucciones más que para facilitar aprendizajes. La cultura médica se ha forjado históricamente como una cultura elitista, que no se siente obligada a explicar a los pacientes e incluso a que su caligrafía sea comprensible cuando se prescribe una receta o garabatea un diagnóstico. La cultura docente está obligada a la explicación, a la máxima claridad, a la mejor pedagogía.

» Si la Educacion fuera como la Salud, usaríamos la investigación educativa como vía para determinar «qué funciona» y «qué no funciona», o «qué funciona mejor» en términos de estrategias, tratamientos y medicamentos. Esto, que está en la base de la medicina, la investigación y la práctica médica, no es aplicable a la educación pues aquí tienen gran importancia los contextos, las condiciones, las edades, las historias personales, etc. No hay "tratamiento", currículo, método, materiales, que funcionen o no funcionen en general y para todos.

» Si la Educacion fuera como la Salud, podríamos aplicar la misma receta o el mismo procedimiento a los que presentan idénticos síntomas, sin importar su lengua, su cultura, su condición social, su conocimiento previo, sus intereses, sus preferencias... La educación, por el contrario, requiere tratos específicos, personalizados. No hay dos alumnos ni dos trayectorias de aprendizaje iguales.
Frato

»
Si la Educación fuera como la Salud, podríamos inyectar a los docentes en lugar de pasar por el complicado y penoso esfuerzo de formación y capacitación permanente que implica su desarrollo profesional. Inyecciones en vez de lecturas, cursos,  pasantías...

» Si la Educación fuera como la Salud, podríamos recurrir a pastillas para cada una de las materias: una para geografia, otra para historia, otra para música, otra para filosofía, etc., en las dosis requeridas para cada edad y nivel. Monografías y tesis podrían facilitarse con jarabes y sueros multivitamínicos.

» Si la Educación fuera como la Salud, podríamos emprender campañas de vacunación para evitar la repetición, la deserción, la copia, el plagio, el analfabetismo, el miedo a las matemáticas, la tensión antes de los exámenes, las bajas calificaciones.

» Si la Educación fuera como la Salud, en vez de instituciones educativas tendríamos centros de salud y hospitales. La infraestructura escolar convencional se parece mucho a la infraestructura hospitalaria (y carcelaria) pero no hay razón para que esto sea así. La nueva infraestructura educativa - preescolares, escuelas, colegios, universidades - busca justamente alejarse del modelo hospitalario, con sus pabellones y sus largos corredores.

» Si la Educación fuera como la Salud, sería más fácil identificar malas prácticas. Malas prácticas educativas abundan, desde las políticas nacionales e internacionales hasta la enseñanza dentro y fuera de las aulas, afectando a millones de niños, jóvenes y adultos en todo el mundo, pero rara vez se perciben como tales pues políticos y expertos atribuyen las falencias a los docentes y todos ellos a los alumnos y sus familias. Nadie asume la responsabilidad y los costos de las malas prácticas de investigación, diagnóstico, planificación, ejecución y evaluación que matan todos los días ilusiones, talentos, vocaciones, autoestimas.

Desafortunadamente, por otra parte, la Educación no es como la Salud. No hay grandes manifestaciones y protestas reclamando buena educación como sí las hay reclamando buena atención de salud; la salud se percibe como cuestión de vida o muerte, la educación no. Enseñar es mucho más complicado que recetar y administrar medicamentos. No hay vacuna, inyección, pastilla, suero o pomada capaz de asegurar el aprendizaje.

En buena hora, asimismo, la Buena Salud y el Buen Aprendizaje tienen cosas importantes en común. Para mantenernos sanos y para mantenernos curiosos dependemos más de nosotros mismos que del auxilio externo de especialistas y de instituciones especializadas. Aprender a cuidar la propia salud es la clave de una vida sana, del mismo modo que aprender a aprender es la clave de una vida desafiada por el deseo de saber, resolver problemas, cambiar y ser mejores.

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Sistemas escolares y migración internacional

Mariposas monarca - México
Rosa María Torres

Para mis hijos Juan Fernando y Julián


Según me informan personeros de la Secretaría de Educación Pública de México y según puedo leer yo misma en los documentos que me proporcionan, existen en México cerca de 1 millón y medio de niños jornaleros agrícolas migrantes, niños que cada año se movilizan junto con sus familias, o solos, siguiendo las cosechas, buscando trabajo. Pasan entre dos y hasta seis meses migrando de un estado a otro de la República; algunos no regresan a su lugar de origen por largos períodos de tiempo. No hay ni ha habido hasta hoy escuela o sistema educativo pensado específicamente para estos niños. En consecuencia, los niveles de analfabetismo entre esta población son muy altos, así como los de deserción y repetición entre los que llegan a matricularse en la escuela. Una escuela fija, sedentaria, homogénea, con calendario único, que espera a los alumnos pero que no sale a su encuentro, que desconoce las realidades del trabajo infantil, la ausencia temporal, los flujos migratorios. Por primera vez en 1998 se empezó a diseñar un modelo educativo específico, itinerante, para esta problemática vieja y compleja de los niños jornaleros migrantes.  

Según me consta por experiencia propia, existe otro tipo de migrantes y otra realidad no tocada, ni siquiera reconocida, por los sistemas escolares: los niños migrantes internacionales, niños que, forzados por diversas circunstancias y por lo general siguiendo a sus padres, transitan entre sistemas escolares de diferentes países. 

Hasta mediados del siglo pasado, estudiar en el extranjero estaba reservado para las élites latinoamericanas, que viajaban o enviaban a sus hijos a estudiar en Europa o, más recientemente, en Estados Unidos. No obstante, en las últimas décadas, dictaduras, guerras, represiones y persecuciones de todo tipo en América Latina y el Caribe hicieron del exilio un hecho común, particularmente en los países del Cono Sur y en los de Centroamérica. Penurias y crisis, en un mundo cada vez globalizado y marcado por el desarrollo vertiginoso de los medios de comunicación y las tecnologías, vinieron a acentuar la movilidad interna e internacional de millones de personas y familias en todo el mundo. Tener una experiencia internacional, y manejar varios idiomas, ha pasado a considerarse requisito indispensable para muchos trabajos y parte importante de la competencia profesional de una persona. No obstante, igual que con los niños que van detrás de las cosechas, desplazándose dentro de su propio país, los sistemas escolares han continuado en su mayor parte ignorando la realidad de los niños que van detrás de sus padres, desplazándose de un país a otro, de un continente a otro.

Mis propios hijos, migrantes internacionales por obra y gracia de las decisiones de vida de sus padres, han sido víctimas del testarudo provincianismo de los sistemas escolares. El itinerario escolar de mi hijo menor, por ejemplo, cruzó el mapa de las Américas de norte a sur, para terminar en Barcelona, del otro lado del Atlántico. Su experiencia escolar, desde la guardería hasta el fin de la educación secundaria, le tocó padecerla en cinco países - México, Nicaragua, Ecuador, Estados Unidos, Argentina - cada uno con su propio e idionsincrático sistema escolar, cada uno manejándose como si todos los alumnos fuesen nacionales, sin previsiones ni adaptaciones ni sensibilidades hacia el extranjero, hacia el migrante internacional.

Espectadores del absurdo, vimos a nuestros hijos peregrinar dolorosamente por las versiones escolares de la Geografía y la Historia de cinco países, recitar ríos y montañas, héroes y mártires, himnos y símbolos patrios, leyes y acuerdos, hechos históricos y personajes misceláneos y desconocidos, datos sin referencia previa ni recuerdo ni emoción ni vínculo personal de ningún tipo, de los cuales debían despojarse, poco después, para hacer espacio en la memoria a la nueva lista de nombres, lugares y fechas. 

En México había que aprender las culturas pre-hispánicas como cualquier buen mexicano orgulloso de su país y sus antepasados. En Nicaragua, saber diferenciar entre Somoza y Sandino era el eje mismo del currículo y de la socialización a nivel escolar. En el Ecuador, el pase de año podía jugarse en el reconocimiento minucioso de las hoyas y nudos que forma la cordillera de los Andes al pasar por este país. En Estados Unidos, latinos, asiáticos y africanos por igual deben mostrar ser capaces de recitar cronológicamente todos los presidentes norteamericanos a partir de George Washington. En Argentina, ningún adolescente escolarizado, nacional o extranjero, puede escapar a la lectura del Martín Fierro y a las biografías de Sarmiento y del General Perón. En todos los casos, se espera del alumno extranjero que hable sin acento, conozca y comparta la historia y la cultura del país anfitrión, revalide materias, aprenda a destiempo lo ya aprendido por sus compañeros, dé y apruebe exámenes no sólo con un esfuerzo adicional al de un alumno nacional, sino sin siquiera poder preguntarse y preguntar por qué.

En un mundo pauperizado y polarizado, escenario de contradicciones y conflictos de todo tipo, los sistemas escolares continúan funcionando como si no existieran el trabajo infantil, la migración nacional e internacional, el exilio, los refugiados, los desplazados de guerra. En un mundo crecientemente interconectado y globalizado, en el que el trabajo escasea y se precariza, en que el aprendizaje permanente pasa a ser reconocido como una necesidad de todos y ya no sólo como un lujo que pueden permitirse unos pocos, los sistemas escolares continúan operando con la premisa de que la distancia entre los alumnos y la escuela la tienen que recorrer los alumnos, no la escuela; que todos los alumnos tienen domicilio y país fijos; que las personas echan raíces en su lugar de nacimiento; que todos hablan (o deberían hablar) el mismo idioma o dialecto; que los sistemas escolares no requieren plantearse con urgencia asuntos como la compatibilidad, la intercambiabilidad, las equivalencias que resultan de la movilidad vertical y horizontal entre distintos sistemas y modalidades educativas.  

Entrado el siglo 21, los sistemas escolares no se han hecho aún cargo de las realidades del siglo 20. La retórica acerca de los desafíos que plantea el nuevo milenio es, en buena medida, la retórica que corresponde a desafíos pendientes de siglos anteriores. El reconocimiento de la diversidad, piedra angular del discurso educativo moderno y de los procesos de reforma en todos los ámbitos, apenas si ha empezado a horadar a un sistema escolar pensado y organizado desde la negación misma de lo diverso, de lo diferente, de lo cambiante. La problemática no atendida, ni siquiera asumida, de los niños migrantes, es apenas un botón de muestra.

El Reyecito, su Corte y las sabatinas

Rosa María Torres

Había una vez un Reyecito mandón, monológico y malgeniado que reinaba en un Reino Insignificante, acaparaba funciones y profería insultos a granel.

"Revolución Ciudadana" llamó el Reyecito a su gobierno, coincidiendo con las iniciales de su nombre: RC. Incorporó al protocolo usar camisas bordadas indígenas y decir unas cuantas palabras en kichwa al iniciar o cerrar los discursos. Se apropió del término mashi (compañero, en kichwa), que se puso rápidamente de moda, sobre todo entre los miembros de la Corte, junto con todo un mashistyle.

Sintiéndose engañado y perseguido por Su Majestad, a quien habían apoyado, el movimiento indígena le retiró simbólicamente el Bastón de Mando que le había entregado en la posesión oficial cuatro años atrás, le desconoció como mashi, le prohibió vestir camisas indígenas y le pidió no maltratar el kichwa.

Sabatinas - Pancho Cajas
Micrófono en mano, en ruedas de prensa y en los Enlaces Ciudadanos de los sábados (popularmente conocidos como sabatinas), El Reyecito lanzaba rayos y centellas contra medio mundo, con dedicatoria especial a quienes, en la última semana, habían osado preguntar, dudar, criticar, discrepar, investigar, denunciar...

"Rendición de cuentas" llamaba El Reyecito a las sabatinas. Allí desplegaba todo tipo de cuentas y cuentos: obras realizadas y por realizar, anuncios, viajes, comilonas, conversaciones, lecturas, anécdotas, chistes, eventos, farras. A veces cantaba. Siempre captaba y piropeaba a las guapas presentes. Al final, un mashi-asistente, entre chistes y risas, traducía partes al kichwa. Cuentas propiamente - endeudamientos, presupuestos, compras, costos, despilfarros - era lo que menos se rendía.

El Reyecito aprovechaba las sabatinas para explicar a la Corte y a la plebe - dirigiéndose sobre todo a los jóvenes - que todo en el mundo se divide binariamente en dos: la Historia (antes y después del neoliberalismo, antes y después de su gobierno), la Política (los buenos y los malos), las Ideas (verdades y mentiras), las Personas (revolucionarios y 'pelucones', leales y traidores, izquierda y derecha, izquierda buena e 'izquierda infantil').

Sus familiares y los miembros de su Corte que mentían, robaban, plagiaban, estafaban o actuaban mal de algún modo era porque abusaban de su bondad y le engañaban. Muchos eran reciclados; otros, echados del palacio. Un primo a quien puso en cargos de confianza, y que terminó haciendo toda clase de tropelías, se fue a Miami al casamiento de un hijo, con permiso de El Reyecito, quien juró que volvería. Pero no volvió...



Capote -Pancho Cajas
A falta de títulos nobiliarios, los títulos académicos se volvieron muy codiciados en la Corte, no siempre con los loables y meritocráticos fines anunciados. Más de un escándalo estalló en la Corte e incluso en el círculo íntimo de El Reyecito en torno a casos de nepotismo, falsificación y compra de títulos (e.g. el primo que se fue a Miami), tesis y doctorados familiares, plagio de tesis y marcos teóricos (e.g. el segundo de la Corte).

El show sabatino, con El Reyecito de maestro de ceremonias, incluia Powerpoint, gráficos, videos, lectura de documentos, testimonios, invitados especiales, cantantes, payasos, y el infaltable monólogo real salpicado de breves intervenciones de ministros, asesores u otros miembros de la Corte que aportaban a la rendición de cuentos.

A fin de amenizar la sabatina, contrató a dos bufones encargados de LenguaNoticias, un sainete destinado a burlarse de críticos, opositores, enemigos, detractores  y traidores. Más adelante éste fue sustituido por La Cantinflada de la Semana, un segmento de video producido con el mismo fin. Segmentos similares fueron agregándose para diversión del público presente - que aplaudía a rabiar cada imitación, cada ridiculización, cada humillación de los elegidos por El Reyecito para escarnio público - y de la audiencia nacional.

Las sabatinas se transmitían a todo el Reino por radio y televisión, así como en las redes sociales, y a través de la Corte (la nacional y la internacional), expedita en repetir-reproducir-retuitear todo lo que decía el monarca, mañana, tarde y noche.
Flagelo sabatino - Pancho Cajas
Nadie escapaba a la cólera de El Reyecito pero sus destinatarios preferidos eran políticos y exfuncionarios, periodistas, indígenas, maestros, mujeres, y excolaboradores que habían renunciado a los favores del palacio y de la Corte. Ni sus propios ministros escapaban a las descalificaciones y las reprimendas públicas.

En más de una ocasión, rompió con aspaviento y violencia ejemplares de diarios opositores, retó a puños a quienes le desafiaron y hasta despidió a empleados durante la transmisión del programa.


Sábados para todos - Pancho Cajas
Grande fue la contribución de las sabatinas a la construcción de un pensamiento único, simplista y binario, en el Reino: bueno/malo, verdad/mentira, antes/hoy. Grande también su contribución al entretenimiento popular y al humor, recogido en chistes, caricaturas, graffitis, pasquines, teatro callejero, canciones, video, libros ... Grande su aporte al léxico, la educación y la cultura general de la plebe, que sábado a sábado se empoderaba para el libre ejercicio del insulto y la violencia, y veía enriquecer el repertorio de ofensas con licencia oficial para aplicarse al prójimo.

Mediocre se convirtió en un descalificador popular, aplicado sobre todo a maestros y periodistas, así como pelucón (ricachón o aniñado), aunque nadie tuviera la más remota idea acerca del origen de este término.

Infantil pasó a ser reconocido como insulto por la Real Academia del Reino. A su vez, niños y niñas se divertían llamando limitaditos a sus compañeros, a sus profesores y hasta a sus padres. En el frente machista tuvo entusiasta acogida el gordita horrorosa. Y, para los racistas, cayó como anillo al dedo el plumas y ponchos.

Sufridores y tirapiedras se convirtieron en apelativos genéricos para opositores y críticos. El sufridor era, por definición, un negador de la felicidad y el Buen Vivir que dispensaba el reino. En tirapiedras se convertía cualquier protestador, aunque jamás hubiese tirado una piedra.

De momias cocteleras bautizó a los diplomáticos de carrera, de pobre mujer a una mujer luchadora y asambleísta indígena que no le tiene miedo, de enanito con bigote a un periodista combativo asesinado por sicarios un año después.


Una de las sartas más largas fue la endosada a un periodista de un medio privado, acusado de enfermo, sicario de tinta, chiflado, inmoral, falto de ética, cobarde, desquiciado, pobre hombre, malcriado.

El Reyecito se reveló como un gran aficionado a los diminutivos: payasito, mentirosito, doctorcito, rectorcito, etc. Metidito y malcriadito le llamó al Embajador estadounidense.
Enfurecido porque le cuestionó en un artículo, llamó limitadito al Premio Nobel Varga Llosa.

¡Golpistas, desestabilizadores! - Pancho Cajas
Marica y badea cayeron de sorpresa, obligando a muchos a acudir al diccionario en este último caso, y fueron los únicos insultos que merecieron una disculpa y una rectificación pública de El Reyecito a pedido de la comunidad GLBT (Gays, Lesbianas, Bisexuales y Trans).

Terrorista
- ¡quién habría dicho! - terminó instalándose en la retórica imperial de la "Revolución Ciudadana" y no solo como insulto sino como argumento para enjuiciar y encarcelar a protestones.

La veta violenta y provocadora de El Reyecito dio pie a curiosas especialidades y ocupaciones. Algunos cronistas elaboraron listados de insultos, otros se dedicaron a a categorizarlos o analizarlos, y hasta se escribieron tesis y libros sobre el tema. Todos fueron quedándose cortos y desactualizándose frente a la incesante producción de exabruptos y epítetos.
El Reyecito y su corte (video)

Una pequeña muestra de los insultos reales fue recogida en El Reyecito y su Corte", un spot irreverente, animado en 3D, producido por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas para la campaña electoral de enero-febrero 2013, en la cual ganó El Reyecito por tercera vez, extendiendo su mandato por cuatro años más.

Del vasto catálogo de insultos, el spot seleccionó unos pocos, entre los más populares:

* Enemigos: epíteto usual - además de traidores - para quienes contrariaban los dichos o hechos de El Reyecito.
* Ecologistas infantiles: infantil se convirtió en uno de los términos preferidos de El Reyecito, aplicable a diversos ámbitos ("izquierdistas infantiles", "ecologistas infantiles", "indigenismo infantil", etc.).
* Gordita horrorosa le endosó a una periodista que le enfrentó en una rueda de prensa, pidiéndole que contestara una pregunta.
* Prensa corrupta es como llamó a toda la prensa molesta (privada o comunitaria), a la cual atribuía todo lo malo que ocurría en su gobierno y en su Reino. De hecho, tuvo bastante éxito en convencer a la plebe que los medios privados solo dicen mentiras y que los medios oficiales solo dicen verdades. Pidió a la plebe comprar solamente la prensa oficial (concretamente, el diario El Telégrafo) y prohibió a sus ministros dar entrevistas a los medios privados.
* Limitadito fue aplicado a mansalva, como variante de mediocre, prácticamente usado como comodín.
* Caretuco (abreviatura de "cara de tuco": cínico, sinvergüenza, desfachatado) pasó a ser vocablo de uso coloquial.
* ¿Quién fue el estúpido que dijo eso? (que los indígenas constituyen el 2% de la población del Reino) preguntó El Reyecito en tensa reunión con la dirigencia indígena en el palacio, después de una masiva sublevación de la plebe en el año 2010. "Usted Sr. Presidente", le respondió un dirigente indígena. Todo el episodio quedó grabado en un video


Asdrúbal, Hoy
Temeroso de la ira real, el Consejo Nacional Electoral - siempre atento a los deseos de Su Majestad - censuró el spot, aduciendo "ataque a candidato". En el apuro, el CNE aplicó mal las culpas: se trataba, en verdad, de "ataque del candidato real". Como ya quedó dicho, la autoría de los insultos en el spot era del mismísimo Reyecito. De modo que, sin proponérselo y en su afán por congraciarse, el CNE censuró no al spot sino al propio Reyecito, a su intolerancia, su autoritarismo y despotismo.

Y ahí sigue El Reyecito, insultando, descalificando, amenazando, en sabatinas y en cadenas nacionales, ampliando su imperio mediático, plantando y ganando juicios a quienes manchan su honor, honor de Rey, que vale oro, cárcel y pedido público de disculpas. Y ahí sigue el Reino, acostumbrado ya a los insultos, incorporándolos al habla cotidiana, esperando ansioso la próxima sabatina, haciendo apuestas para ver quiénes serán los insultados de la semana. 

Alguien hacía notar que El Reyecito se ha ido pareciendo cada vez más a su caricatura. Justificaba un miembro mayor de la Corte diciendo que los excesos reales no hay que entenderlos como injurias sino como "frontalidad típica de los costeños". Explicaba por su lado un cronista que a los ecuatorianos nos gusta el autoritarismo ... Y dicen los analistas que la violencia (verbal y física) ha sido siempre ingrediente fundamental de la política por estos lares.

En cuanto a mí, no deja de asombrarme la pasividad de este pueblo. Lo cierto es que nunca nadie le pisó tanto el poncho y, esta vez, a título de "Revolución Ciudadana", "Buen Vivir" y "Socialismo del Siglo XXI".

Referencias / Para saber más
» Payasita intrascendente, El Comercio, 9 mayo 2013
» Correa y Pallares, Hoy, 18 abril 2013
» Entonces, ¿todo a golpes, señor Presidente?, José Hernández, Hoy, 31 marzo 2013
» Al ecuatoriano le gusta el autoritarismo, entrevista con Vladimir Serrano, Hoy, 4 febrero 2013» 'La palabra en libertad vence al miedo y perdura'. Discurso de Iván Carvajal al recibir el premio a las libertades Juan Montalvo en Quito, Hoy, 3 febrero 2013

» "Gracias, Señor Presidente, Usted alimenta nuestro humor": Francisco Febres Cordero, El Comercio, 3 febrero 2013
» El humor consigue enfurecer al poder, Hoy (Opinión), 2 febrero 2013
» Hagiografía del Dr. Ralph Belt, PIS y la Revolución Citadina
, por Francisco Sánchez, 7 dic 2012

» 'Tenía una chompa Nike y dice que es indígena', entrevista a Francisco Sánchez, creador del personaje Ralph Bell (Rafael Correa).
» LenguaNoticias cuesta USD 14,600 mensuales, Hoy, 24 octubre 2012
» Insultos: Un elemento imprescindible de la política ecuatoriana, El Comercio, 8 agosto 2012

Educar a los niños o educar a los adultos: falso dilema


(viñetas de Francesco Tonucci - Frato)
 
Siempre que se plantea el tema de las prioridades en el mundo de la educación, surge el tema niños versus adultos. Frente al argumento de las restricciones financieras, todos coinciden en que los niños deben tener prioridad. Desde la perspectiva de los derechos humanos el argumento es "el interés superior del niño".

Se trata, no obstante, de una falsa opción: para educar a los niños es preciso educar a los adultos, justamente en función de "el interés superior del niño".
La investigación internacional reitera que la educación de los padres tiene enorme impacto sobre la educación, el bienestar y la vida de los niños y las niñas, no solo en la primera infancia sino también en la infancia, la adolescencia y la juventud. Por eso, como reitero siempre, el derecho de los niños a la educación debería incluir el derecho a la educación de sus padres.

El derecho a la educación incluye a niños, jóvenes y adultos. El paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida nos recuerda que aprender no tiene edad y que continuar aprendiendo es hoy una necesidad fundamental para todos.

¿Quiénes cuidan y educan a los niños en el hogar?. Adultos madres y padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, parientes, empleadas domésticas, vecinos, amigos. Adultos que por lo general desconocen, improvisan y replican los problemas de su propia crianza y de su propia infancia. Adultos que muchas veces maltratan a los niños, les niegan el juego, no tienen en cuenta sus necesidades. Adultos de quienes depende la creación de ese "ambiente familiar rico en afecto y en estímulos" que reclaman los programas de atención a la infancia y que no muchos niños llegan a disfrutar.



¿Quiénes educan a niños y niñas en la escuela?. Adultos educadores, maestros, profesores, cuya formación y capacitación está muchas veces alejada de la buena pedagogía y de la buena relación con los alumnos. Adultos de cuyo criterio depende, en gran medida, la posibilidad de esa "escuela amiga de los niños" a la que han aspirado y aspiran los pedagogos progresistas. Sabemos que la calidad de la enseñanza en el medio escolar depende fundamentalmente de la calidad de los educadores. Invertir en buenos educadores es invertir en buena pedagogía, en altas expectativas, empatía, afecto, buen trato y respeto hacia niños y niñas.


¿Quiénes deciden qué deben aprender los niños dentro y fuera de la escuela, qué deben hacer, jugar, leer, escribir, ver en la televisión o en el cine, oír en la radio, ver en Internet? Adultos. Padres y madres, abuelos, empresarios, comunicadores, cineastas, diseñadores, programadores, educadores, periodistas, escritores, dibujantes, fotógrafos, camarógrafos, comerciantes... Adultos que requieren ser mínimamente informados y educados en temas de infancia, si se quiere que reconsideren viejas creencias y prejuicios. Haber sido niño no habilita, por sí mismo, a saber qué necesitan niños y niñas en distintas edades. 



¿Quiénes asumen que su papel es dar ejemplo, cuidar a los niños, orientarles, estimularles, educarles?. Adultos, en el hogar, en la comunidad, en la calle, en el sistema escolar, en los medios, en el parque, en la cancha deportiva, en la iglesia, en la estación de policía, en el consultorio médico
. Adultos que repiten que "los niños son el futuro" y que "los niños son el recurso más valioso de una sociedad" pero que a menudo ignoran esos dichos en sus decisiones, actitudes y prácticas.


¿Quiénes toman a alto nivel las decisiones sobre qué hacer con los niños?. Adultos políticos, burócratas, tecnócratas, especialistas, consultores, funcionarios, planificadores. Adultos que frecuentemente desconocen a los niños como sujetos de derecho, de participación y de consulta.


Lo dicho: es imposible educar a los niños sin educar a los adultos. Todos los adultos necesitamos educarnos en la comprensión y el respeto hacia los niños. Aceptar que la educación de los niños es prioritaria significa, de hecho, aceptar la prioridad de educar a los adultos.

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